La Congregación de las Hermanas del Divino Redentor celebra sus 175 aniversario de fundación. Su fundadora, la Beata Madre Alfons María Eppinger, la fundó en 1849, impulsada por el Espíritu Santo y en profunda unión con la voluntad de Dios, como respuesta a la necesidad de los más necesitados. Ella se inspiró en el Misterio de la Redención y transmitió este legado a muchas generaciones de hermanas que quisieron vivir este carisma como respuesta para su tiempo.

   La Santa Misa solemne tuvo lugar el 18 de agosto de 2024 en la iglesia parroquial de San Martín de Niederbronn. El celebrante principal fue el obispo auxiliar de Estrasburgo, Mons. Christan Kratz. Concelebraron varios sacerdotes relacionados con la vida de las Hermanas del Divino Redentor. El párroco, Abbé Jung, dio la bienvenida. También estuvo presente el canónigo Dehan, encargado de la Vida Consagrada en la Arquidiócesis de Estrasburgo, que presidió la elección de la Superiora general en el Capítulo General unos días antes. La nueva Superiora General, hna. Margita Tušanová, pronunció el discurso de bienvenida. Dio la bienvenida a todas las Hermanas de la Congregación de Niederbronn, así como a los distinguidos invitados:

- El Generalato de la Congregación del Santísimo Redentor de Würzburg, con su Superiora General, Monika Edinger (Alemania),

- El Generalato de la Congregación de las Hermanas del Divino Redentor de Eisenstatt/Sopron con su Superiora General, Hna. Johanna Vogl (Austria).

 Otros representantes de la ciudad de Niederbronn, representantes de los establecimientos de las Hermanas del Divino Redentor en Alemania y Francia, laicos asociados y colaboradores.

    En su homilía, Mons. Kratz se dirigió a las hermanas con estas palabras: Sí, podemos abrazar el futuro con esperanza. Para que esto sea posible, ¡debemos dejarnos abrazar hoy por la esperanza! Eso es lo que queremos seguir haciendo, juntos, al servicio de la misión. ¡Abrazar el futuro con esperanza!

    Feliz Cumpleaños, Hermanas, «y en todo tiempo y por todo, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, dad gracias a Dios Padre».

    La celebración continuó en la Casa Madre de Oberbronn con un programa informal lleno de alegría con hermanas de comunidades cercanas y lejanas, amigos y colaboradores.

     Para concluir la fiesta todas las hermanas y los invitados rezaron las vísperas y recibieron la bendición con el Santísimo Sacramento en la iglesia del convento.