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La formación de base

El comienzo de la vida religiosa es siempre una llamada personal de Dios.

Las etapas de la formación en nuestra Congregación son el postulado, el noviciado y el estudiantado. Incluso antes, en un tiempo de orientación, una mujer interesada en la vida religiosa puede informar acerca de ella misma a la Congregación. Ella estará acompañada por una Hermana de la Congregación.

La duración del postulado es al menos de seis meses y permite al candidato y a la Congregación llegar a conocerse unos a otros. Dependiendo de la situación en el país, la provincia o delegación y en función del candidato mismo, el postulado se puede organizar de maneras diferentes.

Durante el período de dos años de noviciado, se le da el énfasis en la iniciación a la vida religiosa apostólica en nuestra Congregación. Se compone de profundización del conocimiento religioso en general, así como del carisma de nuestra familia religiosa. La formación y la práctica espiritual requieren esencialmente la implicación personal de los novatos, que es apoyado por un consejero espiritual en este proceso. La creciente integración en la vida comunitaria es muy importante. Todo esto debe conducir al principiante y a la Congregación a la decisión de si la llamada personal del novicio se puede realizar en nuestra Congregación o no. Los tiempos de silencio y oración son medios para intensificar la relación con Jesús y para llegar a una decisión personal clara. Si, al final del noviciado, el novicio y la Congregación están convencidos de que la vida religiosa en la Congregación corresponde a la llamada personal del novicio, el novato mediante la primera declaración pública se compromete a Dios y en la Congregación mediante votos temporales.

Esto marca el inicio del estudiantado, la última etapa de la formación básica. La congregación le asigna una misión a la hermana menor y que se integre en una comunidad. En esta etapa de la formación, la hermana como un nuevo miembro de la Congregación experimenta la vida cotidiana en una comunidad. Ella toma un trabajo específico o inicia sus estudios. Reuniones de las hermanas temporalmente declaradas dan impulsos valiosos y oportunidades de intercambio entre ellas. Aparte de eso, el acompañamiento de la hermana a cargo del estudiatado y la vida en la comunidad debe preparar a la hermana por un compromiso total con Dios en la Congregación a través de la profesión perpetua.